06.05
Opciones o
utopías
Este
manifestador es consciente de que este planteamiento de cambio que propone,
como una opción posible, “pisa” el campo de la utopía. Otra utopía
diferente a la del cambio por el que claman tanto los incitadores ilustres como
los indignados.
La diferencia estriba en que su utopía, la de
ellos, es pretender que el sistema cambie desde la falta de conciencia de sus
miembros-elementos de su condición de tales, de su falta de conciencia de si
mismos: de que el problema reside en la propia naturaleza humana. Y de su falta
de conciencia de que sólo su cambio puede propiciar que el sistema cambie, y no
su indignación reactiva. Mientras que mi utopía consiste en alimentar-activar
la esperanza de que los seres humanos tomemos por fin conciencia, como
individuos y como grupo, de la naturaleza de nuestra condición humana, y
abordemos (hagamos activa la esperanza), por fin, la suma de procesos
necesarios para cambiar el suficiente número de elementos-individuos del
sistema (masa crítica), para que éste
registre ese cambio que se pide-exige.
A la generalidad de ilustrados, los miembros del
club de privilegiados “instalados” en las élites varias del sistema, mi
planteamiento-opción-proyecto utópico les suscitará la sonrisa paternalista del
adulto que contempla las manifestaciones del niño que fantasea desde su
inocente e ignorante ilusión. Élites que a pesar de su ilustración, encuentran
sus motivaciones vitales en los primeros peldaños de la pirámide de Maslow: en
cubrir sus necesidades de déficit (ego, vanidad, reconocimiento, ambición…).
Pero a diferencia de los aspirantes a ilustrados,
que hacen carísimos cursos y masters de desarrollo y crecimiento personal, para
“al final” ser más eficaces en sus dedicaciones profesionales e incrementar sus
ingresos y… sus niveles de estrés e infelicidad, hay ya muchos seres humanos
adentrados y comprometidos en procesos, en opciones de cambio-transformación
similares al expuesto; desde la convicción de que los fundamentos que lo
sustentan están en la línea de producir ese cambio individual y colectivo que
se postula.
Seres humanos en los que se ha “despertado” (1ª
planta-peldaño de mi edificio-proceso) la conciencia de su realidad profunda, y
el anhelo de realización (5º peldaño para Maslow en su pirámide-escala-proceso)
que subyace en la esencia de
absolutamente todos los individuos de nuestra especie (esta convicción forma
parte de “mi” esperanza).
El obstáculo para su “aceptación” (4º requisito en
mi proceso), es que son conceptos e ideas que por estar alejados de lo que
entendemos por los “normales” (superficiales-convencionales; consignas y
soflamas reiterativas al uso), se restringen a unos colectivos buscadores en
los ámbitos de la espiritualidad, y situados en los últimos niveles poco
poblados de los propuestos por Maslow en su pirámide; habitados por individuos
que no cifran en el éxito social, ni su realización ni su misión existencial.
06.06 Mi denuncia
Desde la constatación de la existencia de las fórmulas, de opciones reales para acometer los procesos de cambio, mi denuncia es que estén limitadas a esos colectivos restringidos, que lo son porque consiguen traspasar el velo de “seducción de lo aparente” que el modelo hedonista tiende como estrategia al servicio de las élites para que… “todo siga igual”.
Y son también restringidos, porque son muy pocos
los que disponen o encuentran, con mucho esfuerzo y tal vez sacrificios, los
recursos económicos para costearse esos procesos. En la medida de que esas enseñanzas se imparten hoy ya como un “producto”
más de este particular mercado (hay toda una industria montada para el
crecimiento-desarrollo del potencial humano). Y su coste, nada asequible, las
hace restringidas sólo a quienes pueden pagárselas.
El reto pendiente es que esos recursos-medios que
propongo como “necesarios” para llevar a cabo cualquier proceso-opción de
cambio, esas enseñanzas, resulten disponibles por asequibles y accesibles para
todos los seres humanos sin excepción; es a lo que yo llamo requisito de “universalidad”.
Que los ilustres incitadores a la indignación, a la reacción y al cambio sin
propuestas-opciones, no se centren en ello, es también mi denuncia.
Luis:
ResponderEliminarEs un gran placer saber que por fin el libro ve la luz. Si me lo permites (espero tus noticias) pongo un enlace en mi web a tu blog. Un abrazo enorme y enhorabuena.
www.juanpelaezescritor.wordpress.com